sábado, 1 de mayo de 2010

La invasión gastronómica del espacio público


En algunas zonas turísticas de la Capital Federal, como Palermo, Las Cañitas, o San Telmo, los vecinos se encuentran con obstáculos en las veredas de bares y restaurantes que deben sortear: muebles, comensales, meseras y hasta perros atados se interponen ante el paso del transeúnte, quien, a pesar de su indignación, en contados casos realiza la denuncia correspondiente.
Si bien existe un permiso para solicitar la disposición de mesas y sillas de bares en las veredas, su aprobación requiere del cumplimiento de la reglamentación que regula la norma. Se trata de la ley 2523 de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cual, en la mayoría de los casos, no se cumple.
La dependencia que debe regular el cumplimiento de los locales gastronómicos de esa ley se llama Ordenamiento del Espacio Público, departamento que entrega a los solicitantes una planilla en la que se detallan los requisitos para conseguir el permiso de área gastronómica, y que debe ser completado con documentación del comercio; fotografías de la acera y fachada del local; una declaración jurada; un croquis especializando la disposición de las mesas, entre otros documentos.
Muchas de las disposiciones que aplica la ley son incumplidas por los comercios. A saber: se debe garantizar el paso entre las mesas; sólo se admite el permiso en veredas con un ancho igual o mayor a 2,50 metros; debe dejarse un espacio libre para el transeúnte de 1,80 metros entre las mesas y la línea de edificación; no se permite la colocación de mesas en las ochavas (codos que forman las esquinas); deben colocarse recipientes para la disposición de residuos; el área gastronómica debe estar suficientemente iluminada, entre otras exigencias.
Según Miguel Juárez, jefe de la Dirección Operativa de Fiscalización, dependiente de la Dirección General de Ordenamiento del Espacio Público, el Gobierno de la Ciudad cuenta con un total de 4 inspectores dedicados a detectar este tipo de infracciones para toda la Capital.
Si bien Juárez afirma que se está trabajando en el tema, multando y, en segunda instancia, secuestrando mesas y sillas a quienes aún siendo amonestados no cumplen con la ley, asegura que el equipo de inspectores a su cargo no alcanza. Y aunque solicitó un incremento de personal, no fue asistido porque “ahora está todo parado”.