Al no encontrar solución al problema motriz de Ivo, su papá creó el "estimulador de marcha", que logró cambiarle la vida. Puso un local comercial con un kinesiólogo y tuvo mucho éxito. Su ex esposa lo rechazó, pero él ya tramita la patente en Europa y los Estados Unidos
Jorge Cardile es el papá de Ivo, un chico que nació con cuadriparexia, una debilidad por parálisis que hizo imposible que pudiera caminar. Su madre quiso operarlo de la columna, porque se estaba torciendo y al ritmo que llevaba se le iban a salir las caderas. Sin embargo, la desesperación de Jorge hizo que se embarcara en la invención de una máquina que ayudó a su hijo a superar la torcedura, y que luego le dio la posibilidad de caminar por sus propios medios.
"Me puse a pensar y pensar y con la ayuda de Dios conseguí una máquina que ahora resulta ser una barbaridad. A la tercera edad la rejuvenece", cuenta orgulloso Cardeli.
Al principio Ivo, que hoy tiene 7 años, logró un gran avance: "Hasta hace algunos meses estaba caminando dos o tres metros sólo. Pero la madre del nene me hizo juicio porque ella y la kinesióloga son las únicas personas en el mundo que dicen que la máquina es nociva para el chico. Es más, vienen de todo el mundo para comprármela", contó este inventor a la fuerza en Radio 10.
"Para él siempre fue un juego, nunca se quejó ni nada", aseguró.
El nombre del dispositivo es "estimulador de marcha" y está compuesto por dos esquíes y un sistema que se mueve como un escalador, a través de una cinta de correr.
Jorge, con ayuda de un médico, se puso un negocio en el que vende el aparato, o bien, recibe a la gente con problemas de movilidad para que tomen sesiones de 10 minutos a un costo de $100 diarios para los discapacitados y $50 para los que no necesitan arnés.
El vive en Martínez, la madre de Ivo, hasta hace un tiempo, en Moreno, con el chico. Por eso, Cardeli fue hasta esa localidad bonaerense, puso el negocio y empezó con el tratamiento de su hijo. "Un día se mudó, no dijo a dónde y al nene no lo trajo más", se lamenta.
Así, Cardile pudo mejorar la salud y la movilidad de mucha gente, aunque no pudo continuar con el tratamiento del propio Ivo, debido a la oposición de la mamá del pequeño.
"La madre de Ivo me extorsiona para conseguir dinero". "Yo vivo solo y con el proyecto de la máquina perdí la casa, el auto, todo. Me gasté todo lo que tenía", explica.
Al menos, la creación de un padre con voluntad de ayudar a su pequeño mejoró la vida de otras personas: "Endereza la columna a la gente que está en silla de ruedas, a los parapléjicos les saca músculos en las piernas, duermen de noche, se les va la curvatura de la espalda. Hay ancianos que de 20 o 30 metros, a las dos semanas pasaron a caminanar 20 cuadras", aseguró Jorge.
Si bien tiene motivos de sobra para sentirse orgulloso, Jorge tiene el dolor de no poder continuar con el tratamiento de Ivo: "Estoy muy mal. No rehice mi vida, vivo encerrado, todo por esto".
"Voy a ir a la Justicia para que use las cosas que inventé, porque otros chiquitos están caminando y muy bien. Esta máquina sirve para todo el mundo", concluyó.
"Me puse a pensar y pensar y con la ayuda de Dios conseguí una máquina que ahora resulta ser una barbaridad. A la tercera edad la rejuvenece", cuenta orgulloso Cardeli.
Al principio Ivo, que hoy tiene 7 años, logró un gran avance: "Hasta hace algunos meses estaba caminando dos o tres metros sólo. Pero la madre del nene me hizo juicio porque ella y la kinesióloga son las únicas personas en el mundo que dicen que la máquina es nociva para el chico. Es más, vienen de todo el mundo para comprármela", contó este inventor a la fuerza en Radio 10.
"Para él siempre fue un juego, nunca se quejó ni nada", aseguró.
El nombre del dispositivo es "estimulador de marcha" y está compuesto por dos esquíes y un sistema que se mueve como un escalador, a través de una cinta de correr.
Jorge, con ayuda de un médico, se puso un negocio en el que vende el aparato, o bien, recibe a la gente con problemas de movilidad para que tomen sesiones de 10 minutos a un costo de $100 diarios para los discapacitados y $50 para los que no necesitan arnés.
El vive en Martínez, la madre de Ivo, hasta hace un tiempo, en Moreno, con el chico. Por eso, Cardeli fue hasta esa localidad bonaerense, puso el negocio y empezó con el tratamiento de su hijo. "Un día se mudó, no dijo a dónde y al nene no lo trajo más", se lamenta.
Así, Cardile pudo mejorar la salud y la movilidad de mucha gente, aunque no pudo continuar con el tratamiento del propio Ivo, debido a la oposición de la mamá del pequeño.
"La madre de Ivo me extorsiona para conseguir dinero". "Yo vivo solo y con el proyecto de la máquina perdí la casa, el auto, todo. Me gasté todo lo que tenía", explica.
Al menos, la creación de un padre con voluntad de ayudar a su pequeño mejoró la vida de otras personas: "Endereza la columna a la gente que está en silla de ruedas, a los parapléjicos les saca músculos en las piernas, duermen de noche, se les va la curvatura de la espalda. Hay ancianos que de 20 o 30 metros, a las dos semanas pasaron a caminanar 20 cuadras", aseguró Jorge.
Si bien tiene motivos de sobra para sentirse orgulloso, Jorge tiene el dolor de no poder continuar con el tratamiento de Ivo: "Estoy muy mal. No rehice mi vida, vivo encerrado, todo por esto".
"Voy a ir a la Justicia para que use las cosas que inventé, porque otros chiquitos están caminando y muy bien. Esta máquina sirve para todo el mundo", concluyó.