sábado, 31 de julio de 2010

La invasión gastronómica del espacio público


En algunas zonas turísticas de la Capital federal, como Palermo, o San Telmo, los vecinos se encuentran con obstáculos en las veredas de bares y restaurantes que deben sortear: muebles, comensales, meseras y hasta perros atados se interponen ante el paso del transeúnte, quien, a pesar de su indignación, no suele realizar la denuncia correspondiente.
Si bien existe un  permiso para solicitar la disposición de mesas y sillas en las veredas, su aprobación requiere del cumplimiento de la reglamentación que regula la norma. Se trata de la ley 2523 de la Legilatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cual, en la mayoría de los casos, no se cumple.
La dependencia que debe regular el cumplimiento de los locales gastronómicos de esa normativa es Ordenamiento del Espacio público, departamento que entrega a los solicitantes una planilla en la que se detallan los requisitos para conseguir el permiso de área gastronómica, y que debe ser completado con documentación del comercio: fotografías de la acera y fachada del local; una declaración jurada; un croquis especializando la disposición de las mesas, y cuarenta pesos que deberán abonar en Rentas, entre otros documentos.

Cuáles son las condiciones

La ley indica que para obtener la habilitación de área gastronómica, el comerciante se compromete a cumplir con una serie de requisitos: la vereda del local en cuestión debe tener un mínimo de dos metros y medio de ancho; es imprescindible garantizar el paso entre las mesas; se prohíbe la colocación de muebles en las ochavas (codos que forman las esquinas); tiene que dejarse un espacio libre para el transeúnte de entre 1,50 y 2 metros (de acuerdo al ancho de la acera) entre las mesas y la línea de edificación; es necesario, además, colocar un recipiente para residuos.
Pero para Marcos, dueño de un bar en la esquina de Fitz Roy y Gorriti, en el barrio de Palermo, la cuestión no fue tan complicada. Su negocio cuenta con unas veinte mesas en la vereda muy cercanas entre sí, algunas de ellas sobre la línea de edificación; también invade sin problemas la ochava y tiene un toldo con unos faldones de plástico cayendo en cada uno de sus lados, con los que cierra el habitáculo y aprovecha la calefacción que da a la calle para crear así un "microclima". Todo esto lo consiguió con la habilitación de área gastronómica que dice haber pagado 6 mil pesos. "Es un combo", explica. Y asegura que sólo lo visitan inspectores municipales que le piden, entre otras cosas, la habilitación de área gastronómica. "Como tengo todos los papeles en regla, no me dicen nada y se van".
Otra es la historia que cuenta Miguel Juárez, jefe de la Dirección Operativa de Fiscalización del espacio Público: "Teóricamente en las ochavas no puede haber absolutamente nada porque son polígonos de seguridad. Ni siquiera  los famosos canteros que pone la gente para evitar accidentes. Mesas y sillas tampoco tendrían que haber. Muchos ponen un toldo y le hacen un cerramiento, eso está prohibido. Se puede dar un permiso por el cobertizo, pero no por el cerramiento. El toldo pude ocupar todo el ancho de la vereda, pero lo que no pueden tener son esos faldones de plástico con los que hacen el cerramiento." Al parecer, la teoría de Juárez no contempla la posibilidad de eludir las prohibiciones mediante el pago de 6 mil pesos.

sábado, 17 de julio de 2010

El escritor rabioso


 


"Cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte.
Sobre una bobina de papel o en un cuarto infernal.
Dios o el Diablo están junto a uno dictándole inefables palabras."
Del Prólogo de Los Lanzallamas (1931)
 


                                            

 En su partida de nacimiento figura que Roberto Godofredo Cristophersen Arlt nació el 26 de abril de 1900 en La Piedad 677, actual Bartolomé Mitre, Capital Federal. Hijo de Karl Arlt, un prusiano que había llegado a Buenos Aires como desertor del ejército, y Ekatherine Iobstraibitzer, una campesina nacida en la aldea de Tirol. Muy religiosa, era sin embargo aficionada a las ciencias ocultas y a la astrología, pasiones que transmitió a Roberto.
De pequeño, Godofredo quería ser pirata, inventor, bandolero: "Yo no he estado bien en ninguna parte cuando chico. No he sido un burro, simplemente estaba enamorado de una chica del barrio, a quien deseaba raptar y llevarla a bordo de un barco pirata..."
Dicen que en clase se aislaba o repetía palabras complicadas del diccionario, al que consultaba obsesivamente. Según el propio mito que Arlt construye de sí, a los ocho años escribió su primer cuento, por el que un vecino le pagó cinco pesos.

El joven Arlt

La adolescencia no le fue fácil. Se llevaba mal con su padre, que era una persona de difícil trato. Esta circunstancia aparece en algunos de sus personajes, como Remo Erdosain, protagonista de Los siete locos: "Pocas veces Erdosain retrocedía a los tiempos de su infancia. Ello quizá, se debería a que su niñez había transcurrido sin los juegos que le son propios, junto a su padre cruel y despótico que lo castigaba por la falta más insignificante", escribió en su novela.
Por disputas familiares, abandonó su hogar en 1916 y se vio obligado a trabajar en los más diversos oficios, a los que detestaba y, en consecuencia, no le duraban nada. Realizó todo tipo de tareas: pintor de brocha gorda, ayudante en una librería, aprendiz de hojalatero, peón en una fábrica de ladrillos y estudiante fracasado de la Escuela de Mecánica de la Armada. Esta etapa de su vida se ve reflejada en la novela El juguete rabioso, cuyo problema central es la vivencia del joven Silvio Astier. Este personaje debe insertarse al mundo laboral, y es allí donde se encuentra con la explotación, la humillación y todas las consecuencias del sistema capitalista.
Sin embargo, tiempo después encontrará en el periodismo y la literatrura su verdadera vocación, que será definitiva. En enero de 1920, en el número 63 de la quincenal Tribuna Libre, se publica un breve ensayo: "Las ciencias ocultas en la ciudad de Buenos Aires". Llevaba la firma de Roberto Arlt.

Un cross literario

Seis años más tarde, mientras escribía para la revista Don Goyo, dirigida por Conrado Nalé Roxlo, se edita El juguete Rabioso, que será el comienzo de una seguidilla de novelas: Los siete locos, Los lanzallamas¨y El amor brujo, más una compilación de cuentos titulada El jorobadito.



Cronista de una ciudad imaginaria
Como periodista trabajó en el diario Crítica y en El Mundo, donde publicaba diariamente sus Aguafuertes Porteñas, una serie de artículos en los que desentrañaba de manera cruda e irónica la identidad de los habitantes de aquella Buenos Aires de los años treinta (Soliloquio del solterón; Los tomadores de sol en el Botánico; La tragedia del hombre que busca empleo).

Arlt y el teatro

En 1931 Leónidas Barletta funda el Teatro del Pueblo y convoca a varios escritores de la época a participar en el proyecto. Arlt se suma con El humillado, adaptación teatral de un fragmento de Los siete locos. A partir de allí, su dramaturgia continuará con varias obras más: Trecientos millones; Saverio el cruel; El fabricante de fantasmas; La isla desierta, Africa y La fiesta de Hierro.

Arlt en pantalla grande

Varias de sus obras fueron llevadas al cine: Noche Terrible (Rodolfo Kuhn, 1967); Los siete Locos (Leopoldo Torre Nilson, 1973); Saverio el cruel (1977, Ricardo Wullicher); y El juguete Rabioso (José María Paolantonio, 1984).
Aquí, un fragmento del film dirigido por Torre Nilson e interpretado por actores de gran talento: Alfredo Alcón, Norma Aleandro, Telma Biral y Héctor Alterio.



En su obra, denota una visión carente de compasión y sentimentalismo. Fija su mirada en las cosas que no pueden ver sus contemporáneos. Registra lo que observa y se adelanta. Predice de algún modo el caos actual: "Sí, llegará un momento en que la humanidad escéptica, enloquecida por los placeres, blasfema de impotencia, se pondrá tan furiosa que será necesario matarla como a un perro rabioso...Será la poda del árbol humano... una vendimia que sólo ellos, los millonarios, con la ciencia a su servicio, podrán realizar. Los dioses, asqueados de la realidad, perdida toda ilusión en la ciencia como factor de felicidad, rodeados de esclavos tigres, provocarán cataclismos espantosos, distribuirán las pestes fulminantes... Durante algunos decenios el trabajo de los superhombres y de sus servidores se concretará a destruir al hombre de mil formas, hasta agotar el mundo casi... y sólo un resto, un pequeño resto, será aislado en algún islote, sobre el que se asentarán las bases de una nueva sociedad." Los siete locos (fragmento).
Murió de un ataque cardíaco el 26 de julio de 1942.

sábado, 10 de julio de 2010

A un año del golpe en Honduras. Una mala señal para América Latina


Por Emmanuel Gentile

El 28 de junio del año pasado, el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado en el que condenaba “enérgicamente” el golpe de Estado ocurrido en Honduras esa misma mañana.
En el informe, el organismo exigía el “inmediato, seguro e incondicional” retorno del Presidente Manuel Zelaya a sus funciones y declaraba que no reconocería a “ningún gobierno que surja de esa ruptura inconstitucional”.
A partir de ese momento, el gobierno cívico militar al mando del presidente de facto, Roberto Michelleti cometió todo tipo de atrocidades: represión; secuestros; desapariciones; torturas; censuras e incluso el cierre de varios medios de comunicación.

Video clip sobre el golpe. Letra y música por el cantautor Simón Ríos

A pesar del unánime rechazo de la mayoría de los países de Latinoamérica y con una abstención del 50 por ciento de la población hondureña, el 29 de noviembre de 2009 se llevaron a cabo las elecciones que colocaron al candidato del derechista Partido Nacional, Porfirio Lobo, al frente de la presidencia. En ese momento, el derrocado Zelaya permanecía refugiado en la embajada brasileña, en Tegucigalpa.
En desmedro de la democracia hondureña, el nuevo gobierno fue reconocido por muchas naciones entre las que se encuentra Estados Unidos, Costa Rica, Perú, Colombia, España e Israel. Y en sintonía con esos países se pronunciaron los organismos internacionales de crédito más importantes del mundo: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Pasados ya once meses del golpe, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acusa al actual gobierno por la continuidad de las violaciones y la impunidad vigente. Sin embargo, existe actualmente una puja por la posible readmisión de Honduras en la Organización de Estados Americanos. Tal es así, que el asunto acaba de colocar en veredas opuestas las posiciones de los Estados Unidos y Brasil. Durante la Asamblea Anual de la OEA, iniciada el pasado 7 de junio, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, urgió al organismo a readmitir al país centroamericano. Por su parte, el secretario general de la cancillería brasileña, Antonio de Aguiar, exigió medidas específicas para la redemocratización de la región, y puso como condición la plena participación política del ex presidente Manuel Zelaya.
De todas maneras, al final de la asamblea se formalizó el acuerdo adoptado para crear una comisión que evalúe el retorno de Honduras a la OEA.
A un año del inadmisible golpe de estado la situación política hondureña está siendo tratada casi con normalidad por parte de las autoridades internacionales. En cierto modo están siendo desacreditadas las reiteradas violaciones a los derechos humanos desde la caída de Zelaya, y no se hace reparo alguno sobre el origen del nuevo gobierno.



Represión frente a un hospital público. www.hondurasresists.org


Informe de la PLataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo