viernes, 23 de abril de 2010

Humano desconocido


Caminaba por la calle San José a plena nube gris del día. En dirección a donde yo me dirijía, sobre la misma vereda, a escasos cuatro metros, veo un perrito parado. El animal permanecía inmóvil, mirando a la nada, inofensivo como una tortuga.
Una señorita acompañada de un muchacho, ambos con aspecto de oficinista, se acercan caminando en contraria dirección a la mía. Ella, atemorizada, elude al animal en puntillas y a paso ligero. El jóven, refiriéndose al pequeño vagabundo, le pregunta a la chica: - "¿Les tenés miedo?"
La mujer, muy segura de sí mísma, responde: - "A los perros que no conozco, sí."
Ellos siguen su camino y yo me detengo frente al cuadrúpedo. En un acto estúpido, me acerco hacia él para acariciarlo como pidiéndole disculpas en nombre de la humanidad e intento hablarle amistosamente. El perro, temeroso de mí, retrocede hasta pisar el asfalto y por poco no es arrollado por un coche. Mi cuerpo entumeció. Todo pasó en tres angustiantes segundos. El animal, nuevamente espantado, volvió a la vereda.
Para no causar mayores disgustos al pobre can continué mi camino. Quedé pensando. Traté de ponerme en el lugar del perro y pensé: "A los humanos que no conozco les tengo miedo".

1 comentario:

  1. Hermoso usted y hermoso su post!
    Poesía nene, poesía!!!

    Vivi.

    ResponderEliminar