jueves, 25 de noviembre de 2010

A no descuidar el promedio

Tan solo dos meses atrás, Independiente dejaba en el camino a Argentinos Juniors, tras igualar 1 a 1 en el Diego Armando Maradona, y avanzaba con muy poco a los octavos de final de la copa Sudamericana. En ese momento, y sin exagerar, nadie presumía que este equipo pudiera llegar tan lejos.
Aquél nueve de septiembre el técnico Daniel Garnero se sostenía con un dedo de una soga que se deshilachaba día a día por los malos resultados en el torneo local, pero sobre todo por el mal juego de su equipo. El gol del empate lo convirtió Leandro Gracián, hoy suplente en el equipo de Mohamed y muy resistido por los hinchas en el último partido frente a Olimpo. El arquero titular en ese encuentro era Adrián Gabbarini, el lateral izquierdo Maximiliano Velázquez, y en la mitad de la cancha, junto a Fernando Godoy, jugaba el Hernán Fredes de antes. Facundo Parra lo miraba desde el banco.
Antonio Mohamed le dio otro aire a este Independiente, cambió algunas piezas y le transmitió confianza al plantel. Dio un primer paso firme ganándole con lo mínimo a Racing, superó a un rival complicado como Defensor Sporting y se sacó de encima a un Tolima temerario, que había eliminado nada menos que a Banfield con cierta comodidad. El pasado jueves perdió por la mínima diferencia ante un gran equipo, Liga de Quito, y convirtió dos goles en un estadio que hace a su anfitrión casi invencible. Hoy, todos los ojos diablos apuntan a la copa, como es de esperar. El entusiasmo se entiende y se comparte. ¿Cómo no ilusionarse con el sueño de acariciar otro trofeo internacional? Cinco millones de almas rojas no piensan en otra cosa que en el partido del próximo jueves, donde Independiente puede ser otra vez finalista de un torneo internacional.
Por eso, el partido del lunes frente a Colón no pesa en la cabeza de la mayoría de los hinchas. Se jugará con suplentes y se sumarán muchos juveniles para estar a las órdenes del Turco. Será una buena oportunidad para que las jóvenes promesas del club demuestren, al menos por unos minutos, que están a la altura del plantel profesional.
Pero atención: Independiente está décimo octavo en la tabla de posiciones y décimo tercero en la de promedios. Fue alcanzado por Racing, con 1,322 y 119 puntos y tiene a Arsenal pisándole los talones, con 1,300 y dos puntos menos que el Rojo.
Mohamed y sus dirigidos deberán mejorar una pésima campaña, cuyos números preocupan por sí solos: 14 partidos jugados, sólo dos ganados, seis empatados y seis perdidos. Además de Colón, en el cementerio de los elefantes, lo que le queda a Independiente no es precisamente un final de campeonato accesible: recibirá a Estudiantes en la 16, visitará a Lanús en la 17, será local ante Tigre en la 18 y cerrará una campaña para el olvido, en la 19, ante Huracán.
Sin dejar la ilusión de lado, habrá que mirar de reojo el desempeño del equipo, juegue quien juegue, en el torneo local. Y afrontar el torneo de año que viene de la mejor manera, con un plantel y un DT, en el mejor de los casos, ya afianzado, con plena confianza y con el apoyo de los hinchas.

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